martes, 15 de diciembre de 2009

VIAJE DE IDA

Finalmente llegan las ansiadas vacaciones. Durante el próximo fin de semana realizaremos una visita de 3 días completos a la ciudad de A Coruña, una de las más bellas del norte del país. Nuestra aventura comienza la madrugada del viernes en la estación de Autobuses de Santiago de Compostela desde donde realizamos el desplazamiento. Tras aplazar este viaje numerosas veces por la mala climatología, parece que encontramos el fin de semana perfecto ya que no daban lluvias. Son las 7:00 de la mañana y el bus, a pesar de la cantidad de gente que realiza la misma excursión que nosotros, sale con asombrosa puntualidad de Santiago. Somos unos 25 en el grupo, la mayoría gente de otra Comunidades Autónomas que no habían visitado la ciudad en su vida. Durante el trayecto, el guía turístico nos explicó un poco la historia de la ciudad y en la última parte del desplazamiento nos puso un vídeo que promocionó la ciudad en la última edición de FITUR.


Son las 8:15 de la mañana llegamos a la estación de A Coruña. Nada más salir nos estaba esperando otro autocar que nos conduciría a nuestro hotel. Se reservó en el Hotel NH Atlántico, ubicado en el corazón de la ciudad, con los Jardines de Méndez Núñez alrededor y a dos pasos de la zona comercial. Más céntrico imposible.



NH Atlántico A Coruña


lunes, 14 de diciembre de 2009

QUE VER EN A CORUÑA

Este es un pequeño extracto que encontré en un periódico sobre todo lo que hay que ver al llegar a la ciudad:

"La Torre de Hércules representa su monumento más representativo. Construida en el siglo II d.C., es el único faro romano del mundo que todavía sigue en funcionamiento. Cuenta la leyenda que el semidiós griego cortó la cabeza de Gerión para apoderarse de sus rebaños de toros y la enterró bajo los cimientos de la Torre. Las conchas son vieiras, símbolo de una gastronomía de lujo basada en productos del mar. Y el azur, en terminología heráldica, es ese océano omnipresente en el que la ciudad se recrea.

Al contrario de otras ciudades mediterráneas como Barcelona o Valencia, A Coruña siempre ha vivido asomada al mar. La imagen de las blancas Galerías acristaladas de La Marina, otro de los símbolos coruñeses, resume el ansia coruñesa de beber con los ojos las aguas oceánicas. Para poder disfrutar de las vistas del puerto y no sufrir las inclemencias de las frecuentes lluvias, sus habitantes idearon estas balconadas corridas que reflejan el sol y las barcas de pescas de colores que en la actualidad se mezclan con los yates del puerto deportivo.


Los Cantones (el Cantón Grande, el Cantón Pequeño), son el centro neurálgico de la ciudad. Además de albergar las sedes de algunas de las principales instituciones financieras, son también lugar de esparcimiento. Los soportales bajo los que se resguardan los transeúntes en los días húmedos albergan tiendas, pastelerías, heladerías y cafeterías. En cuanto sale el sol, los coruñeses se esparcen por las zonas arboladas y los Jardines de Méndez Núñez disfrutando de la vista del mar que se extiende enfrente.







El Paseo Marítimo, de trece kilómetros, es uno de los mayores de Europa, y bordea la península sobre la que se asienta la ciudad. A lo largo de su recorrido se elevan edificios y monumentos que ya forman parte del acerbo cultural de A Coruña. Uno de ellos, el Museo del Hombre, conocido como Domus, fue el primer museo interactivo monográfico sobre el cuerpo humano. Su sobrio edificio de líneas puras fue diseñado por el japonés Arata Isozaki. A lo largo de esta cornisa también se encuentran la Casa de los Peces, un Acuario de fauna atlántica, el Fuerte de San Antón, antiguo lazareto y fortaleza transformado en Museo Arqueológico, amén de un buen número de esculturas, como el soldado romano de Botero.

Se ha puesto en marcha un tranvía de madera que, traqueteando, recorre lentamente el paseo; una experiencia particularmente excitante para los más pequeños. Se recomienda comenzar en la Playa de Riazor, una impoluta playa urbana de arenas doradas donde el blanco rizo de las olas viene a morir. En su extremo se levanta el Estadio de Riazor, catedral del fútbol gallego. La del Orzán es la continuación natural de la de Riazor, y más allá aún se encuentra la del Matadero. En verano suelen estar repletas de bañistas, aunque pocos son los que osan sumergirse en las frías aguas del Atlántico.

Y tras un paseo por la costa, un paseo por la historia. María Pita fue una heroína popular del siglo XVI que combatió contra los piratas de Drake, el corsario inglés. Éste, al no poder conquistar la ciudad por tierra, la destruyó desde el mar. No hay coruñés que no aprecie la elegante plaza que lleva el nombre de la heroína, lugar de reunión y paso que exhibe un precioso Ayuntamiento modernista. Desde aquí se accede a la ciudad vieja. Calles empinadas y edificios de piedra dorada se entremezclan con plazuelas de venerables árboles. Aparte de un buen número de iglesias de estilo románico, destacan la Capitanía General (antigua Real Audiencia) y el jardín de San Carlos, protegido por los cañones de la antigua fortaleza y una densa arboleda.

La blanca tumba de sir John Moore, un general inglés que ayudó a combatir las tropas napoleónicas, se destaca contra el mar. Adosado al jardín, se encuentra el Archivo del Reino de Galicia. En estos archivos se encuentran documentos de incalculable valor, ya que A Coruña ha sido testigo de un buen número de momentos históricos. Aquí embarcó el rey Carlos I para ser coronado Emperador de Alemania. La Armada Invencible partió de aquí sin saber que resultaría derrotada en el canal de la Mancha (lo que dio pie al ataque del corsario Drake, al servicio de la reina de Inglaterra). A Coruña también ha cobijado a artistas de la talla de Rosalía de Castro o Picasso, quien pasó aquí parte de su infancia. La Escuela de Artes y Oficios fue uno de los primeros lugares donde cogió el pincel.

“Santiago reza, Vigo trabaja y A Coruña se divierte”, enuncia un tradicional dicho gallego. Algo debe de haber todavía de cierto, porque, a pesar de ser una de las ciudades de mayor pujanza económica del país, al coruñés siempre le ha gustado salir, tapear, comprar y divertirse. Al finalizar el trabajo, sus habitantes toman la calle. Esta manifestación popular reivindica el paseo diario, el saludo al conocido, el placer de la existencia. La peatonal calle Real es la principal zona de tiendas, mientras que en sus alrededores se encuentra la tradicional zona de tapas. Conocida como la calle de los vinos, son en realidad tres calles: Galera, Olmos y Estrella. Invariablemente el vino degustado en tazas de porcelana blanca es el ribeiro y los innumerables manjares expuestos no dejan indiferente a nadie: pulpo a feira, empanadas, mariscos de concha, sabrosas tortillas de patatas o cigalas que concentran todo el sabor del mar. Un sabor que nos devuelve al océano, ese azur heráldico que inunda todos los sentidos, santo y seña de A Coruña".


domingo, 13 de diciembre de 2009

LAS GALERÍAS DE LA MARINA

Viernes 9 y media de la mañana. Cuando se consiguió reunir a todo el grupo, empezamos nuestro largo recorrido. Nos dirigimos al Casco Viejo de la ciudad a pie. Nada más llegar a La Marina, el guía hizo una breve parada para darnos unas indicaciones sobre una de las estampas más bellas de la ciudad y características de la ciudad, las Galerías de La Marina, que son las que le han dado el sobrenombre de ciudad de cristal. Es uno de los emblemas o construcciones que más identifican a La Coruña. Estas galerías están formadas por numerosas casas, aunque en realidad se trate de la fachada trasera de las mismas.




"Las galería son balcones cerrados con carpintería de madera pintada de blanco y con una gran superficie de vidrio que funcionan como miraderos y que Estas galerías abundan por toda Galicia, pero en las rías altas y sobre todo en Coruña alcanzan su máximo uso. En la Avenida de la Marina vemos a estampa que caracteriza a la ciudad con las enormes galerías que protegen las fachadas de la brisa marina.son características de las viviendas de la ciudad. Se comenzaron a construir a fines del siglo XVIII fruto de la evolución lógica de la arquitectura gallega que tiene a proteger del viento y de la corrosión de la brisas del mar las ventanas, terrazas y balcones".

Las galerías tienen su origen con la aparición del mercado del vidrio plano y cortado, material que inicialmente se fabricaba en La Granja de San Ildefonso (Segovia) y que llegaba a Ferrol en remesas para acristalar las popas de los galeones desde 1.759. Ello hace pensar que éste es el verdadero origen de la galería gallega, antes de que se instalaran fábricas de vidrio en la región. Con una solución similar a la naval, se cerrarían los primeros balcones de Ferrol, Puentedeume, Betanzos y A Coruña. La función primordial que ejercen estas galerías es la de permitir la entrada de la luz solar hasta el interior de los edificios en invierno, y la de hacer de cámara que regula la temperatura interior en los meses calurosos. La gran cantidad de cristales que presentan muchas fachadas dieron a A Coruña el nombre de Ciudad de Cristal. La zona de mayor densidad de galerías es la Avenida de la Marina. También merecen ser admirados la gran variedad de balcones de hierro que existen, con diferentes estilos de forja o fundición de los siglos XVII y XIX.


viernes, 11 de diciembre de 2009

PUERTA REAL Y AYUNTAMIENTO

Abandonamos el barrio de la Marina y nos dirigimos hacia Puerta Real, lugar de encuentro por lo que observamos de numerosas excursiones y hacia la Plaza María Pita.


"Es la entrada principal a la ciudad vieja. Está al final del Paseo del Parrote, frente a la Dársena de La Marina. Fue restaurada a finales del siglo XVI y presenta los escudos de España, Galicia y del General Diego Mariñas. En 1836, Pedro I huyó por sus escaleras, perseguido por su hermano Enrique de Tratámara".

Llegamos a otro de los puntos emblemático de la ciudad, la Plaza de María Pita o Plaza Mayor, cuyo nombre original fue el de Plaza de Alesón. Es el nexo de unión entre el Casco Viejo y el centro. Se construyó en la segunda década del siglo XIX, con el fin de facilitar el paso entre la ciudad antigua y la zona llamada Pescadería. Es una gran plaza de unos 10.000 metros cuadrados que cuenta con numerosos edificios levantados sobre muros porticados, bajo los cuales se hallan numerosos restaurantes (donde pudimos degustar tapas y vino gallego), una tienda de Souvenirs y hasta una tienda de muebles. En el centro de la Plaza se encuentra la estatua de María Pita, heroína que defendió valientemente la ciudad durante el asedio del pirata Drake. Esta Plaza, está presidida por el Ayuntamiento y en su interior pudimos visitar el Museo de los Relojes (una de las mejores colecciones que existe en España).




Ver Plaza de María Pita en un mapa más grande

jueves, 10 de diciembre de 2009

Plaza de Azcárraga y La Colegiata

Abandonamos la plaza por una puerta lateral, para entrar de lleno en la ciudad vieja. Subimos una pequeña cuesta que nos condujo en primer lugar a una de las plazas más bonitas del Casco Viejo, la Plaza de Azcárraga. Antiguamente se llamaba, la Plaza de La Harina y se consideró durante la edad moderna la plaza más importante de la Zona Vieja. Era el lugar donde se realizaba la venta de grano y se celebraban todo tipo de festejos en la ciudad. La plaza actual recibe el nombre de Azcárraga, en honor al general Azcárraga, que en el año 1896, apoyó con éxito la devolución a A Coruña de la Capitanía General. Está presidida por la Fuente del Deseo y por una estatua en homenaje a un célebre cantante coruñés, Pucho Boedo


Después de tomar unas fotografías de la Plaza, nos dirigimos hacia la Colegiata de Santa María, una de las iglesias más bonitas del Casco Viejo. De camino, hicimos una parada delante de la Casa donde vivió Rosalía de Castro con su marido, Manuel Murguía desde el año 1870 a 1879.

Por fin llegamos a la Plaza de Santa María, donde se ubica la Colegiata de Santa María del Campo. Este edificio románico fue construido entre los siglos XII y XIV. Fue la iglesia de los marineros, por lo que era conocida como Santa María do Mar. Del interior llama especialmente la atención la gran inclinación de los pilares, adornados con capiteles. Posee además importantes sepulcros, tallas y figuras, como el de la Virgen y el Arcángel.










Ver A Coruña casco antiguo en un mapa más grande

miércoles, 9 de diciembre de 2009

LA QUEIMADA

Después de visitar la Colegiata, nos sentamos en una cafetería para tomarnos un respiro y un paisano nos explicó la Historia de la Queimada. A esta bebida se le atribuyen propiedades curativas, y se afirma que tomada bajo la pronunciación del conjuro funciona como protección contra maleficios, además de mantener a los espíritus y demás seres malvados alejados del que la ha bebido.
Es una de las bebidas gallegas por excelencia. Se realiza en un recipiente de barro cocido y esmaltado de boca grande, en el cual se vierte aguardiente y azúcar en una proporción aproximada de 120 gramos de azúcar por litro de aguardiente. Después de remover un poco se le prende fuego tomando un cazo en el que habremos colocado un poco de azúcar con aguardiente, y muy despacio se acerca el recipiente hasta que el fuego pase de un lado a otro. Se remueve con el cazo hasta que se queme la totalidad del alcohol. Se deja apagar y se sirve".

Los orígenes de la bebida son desconocidos. Popularmente, a la Queimada se le atribuyen orígenes celtas, pero, según afirmó en 1972 el catedrático de prehistoria de la Universidad de Santiago, Carlos Alonso del Real esto sería imposible, ya que la destilación del aguardiente en Galicia no puede ser anterior a la introducción del alambique (de origen árabe) a partir del siglo XII o XIII, ya en la edad media. Así mismo, siempre según Alonso del Real,el azúcar de caña, uno de sus ingredientes fundamentales, también lo introdujeron los árabes en la península ibérica (la difusión de su equivalente de remolacha es muy posterior, correspondiendo a las Guerras Napoleónicas) Esto le llevó a atribuirle orígenes medievales a la bebida. Posteriormente, el antropólogo Xosé Manuel González Reboredo, afirma que el consumo de aguardiente -Normalmente sin quemar- era habitual en la Galicia rural tradicional, donde tenía fama como medicina contra el catarro y que en un momento dado -que él sitúa entorno a los años cincuenta del siglo XX - gallegos residentes en el exterior empezaron a tomar esta bebida en las fiestas o después de las comidas. En reuniones de este tipo habría surgido la costumbre de acompañar el consumo de la Queimada de conjuros compuestos ex-profeso para el momento. Esta costumbre se difundió tan rápidamente que ya en el año 1955 el alfarero mindoniense Tito Freire, creó los recipiente de barro cocido, con forma de tartera y patas en los que se suele preparar habitualmente.


martes, 8 de diciembre de 2009

PLAZA DE LAS BÁRBARAS E IGLESIA DE SANTIAGO

Llegamos a unos de los puntos más emblemáticos de la ciudad vieja, La Plaza de Las Bárbaras.
"Cuando a los coruñeses les preguntan cuál es su lugar preferido de la ciudad, muchos de ellos contestan con el nombre de este pequeño rincón de la Ciudad Vieja. Su denominación oficial es plaza de Santa Bárbara, pero todos la conocen como plazuela de las Bárbaras, en alusión al antiguo convento que se halla en el lugar, que hoy en día está habitado por monjas clarisas. En esta parte de la antigua villa medieval existió una pequeña capilla dedicada a Santa Bárbara. El convento fue fundado a mediados del siglo XV por un grupo de mujeres laicas, dirigidas por Aldara Núñez que vivían en las proximidades. El noble coruñés Gómez Pérez das Mariñas les cedió posteriormente una casa y una huerta, lo que les permitió establecer una congregación que siguió la Orden Tercera de San Francisco. En los años siguientes el convento aumentó el número de sus moradoras, por lo que tanto el Concejo como el Arzobispado le concedieron nuevos privilegios. El recinto se convirtió en convento de clausura en el siglo XVII y en 1912 pasó a estar ocupado por las clarisas. La antigua iglesia gótica fue sustituida por la actual, de estilo barroco, que fue terminada en 1786. Un muro cierra el paso al patio del convento y sobre la puerta se muestra una escena del Juicio Final en la que aparecen Dios, Cristo crucificado, el sol y la luna, San Miguel pesando las almas en una balanza y Santiago protegiendo a los peregrinos. La plaza provoca una sensación especial de recogimiento a quienes penetran en ella gracias a su diseño, ya que el caminante percibe que todo se hace más pequeño a medida que se adentra en el recinto. La situación del crucero fuera de los ejes que marcan los árboles y la entrada al convento también proporcionan una extraña sensación al espectador. Está presidida por un hermoso cruceiro que es uno de los pocos que se conservan en la ciudad y debe su nombre a una capilla que existió en honor a Santa Bárbara, donde ahora podemos encontrar el Convento de las Clarisas, aunque sigue siendo conocido como Convento de las Bárbaras, fundado en el siglo XV".

El convento y la Plaza de las Bárbaras forman uno de los rincones mas bonitos de la ciudad. El convento fue construido en el siglo XV y tiene una capilla preciosa a la que tiene acceso el público. El resto del convento, no se puede visitar, porque es de clausura. Aquí es adonde llevan las novias los huevos cuando no quieren que les llueva el dia de su boda. Para tal efecto, este convento tiene un torno que está abierto una determinadas horas al dia, donde las novias depositan cestas con los huevos.


Después nos dirigimos a la Iglesia de Santiago. Este es uno de los templos más ligados a la historia de la ciudad. Se trata de un edificio románico del siglo XII que tiene el honor de ser el templo más antiguo de la ciudad. En los siglos XIV y XV, el Consejo de la ciudad se solía reunir en su atrio. La iglesia está construida sobre la roca viva que aflora hacia la calle de Santiago. La iglesia posee hermosos capiteles, aras romanas, escudos, sepulcros adosados a los muros y varias piezas de gran interés arqueológico. Sufrió varias reformas entre los siglos XV y XVII y durante algunos años sirvió para guardar la pólvora de la ciudad.